En mi anterior post, hablaba de los aspectos que se ven implicados en un despido (pérdida de autoestima y del concepto de uno mismo, pérdida social y de salud, económica… ) y también, de las fases emocionales que suelen transitarse hasta que uno lo acepta y se siente preparado, de nuevo, para la búsqueda de un nuevo empleo (negación, ira, tristeza y aceptación).
Así mismo, los estados de ánimo por los que uno puede pasar, también suelen ser diversos yendo desde la:
- Minimización y a veces negación del despido, con frases tipo “era un trabajo que no me gustaba y en el que no estaba a gusto” “total, me han hecho un favor porque lo iba a dejar de todos modos”
- Envío masivo de currículums a todos nuestros contactos y visitas a posibles empleadores.
- Desánimo al comprobar que buscar un nuevo trabajo, va llevar más tiempo de lo que creíamos, que va a requerir esfuerzo y para nada es una tarea fácil.
En este contexto, y para no recaer en una fase de tristeza y desmotivación, es importante tener en cuenta los siguientes aspectos:
- Aceptación de las propias emociones asociadas al despido (emociones vinculadas a la pérdida de autoestima, social, de estatus, autonomía, etc.) y, aceptación de la pérdida real.
- Hacer un trabajo de revisión, reflexión y crítica sobre uno mismo. Sobre los talentos y competencias laborales que uno tiene, puntos fuertes y puntos débiles. En resumen, llevar a cabo, un proceso de auto-conocimiento y desarrollo personal.
- También, tener claro cuál es nuestro objetivo profesional y ¡Ojo con este punto! Pues muchas veces se insiste en cambiar de sector cuando en realidad, lo que uno quiere es no repetir la experiencia vivida y sin quererlo, se está vetando a un sector que le gusta y para el que tiene talento y competencias.
- Enfocarnos al logro de conseguir una entrevista de trabajo y para ello, realizar todas aquellas acciones que nos permitan conseguir este propósito (currículum, perfil de linkedin, blog personal, networking etc.)
- Elaborar un plan con acciones concretas y sub objetivos “con fecha de entrega”: realizar una lista de contactos, documentos por hacer, etc.
- Y finalmente, llevar a cabo una buena planificación y organización del tiempo. Tarea esencial y muchas veces compleja, pues se pasa de una organización de tiempo que depende de las funciones dentro de una empresa a una organización que depende de nosotros mismos y nuestros objetivos.
Es muy importante tener presente que duelo post despido si no se controla, puede llegar a entorpecer mucho la búsqueda de empleo e incluso, derivar en un problema psicológico. Es esencial, tomar consciencia de todo ello, y NO ir a las entrevistas con la carga negativa de la pérdida del trabajo anterior, pues sin quererse, se deja de poner el acento en las competencias y talentos de uno, y se transmite el desanimo, la rabia y el rencor todavía presentes.
Recuerda, que eres un profesional en transición que se está esforzando por encontrar un trabajo. Que la búsqueda de empleo es un duro trabajo y que la dignidad está dentro de ti.
No olvides, que no eres solamente tu trabajo sino muchísimo más, eres una persona con unos valores, unos talentos y unas competencias que lo caracterizan y diferencian de los demás.
Y a tu, ¿Qué tal estás gestionando tu despido?
Para más información, puedes escribirme a nuria@propulsat.com.
¡Estaré encantada de informarte y echarte una mano de forma personalizada!