Con la horas que nos llegamos a pasar en nuestros trabajos un trabajo insatisfactorio se traduce a una vida insatisfactoria.
Y no solamente eso, sino que la insatisfacción laboral también tiene un impacto en nuestra salud pues disminuye nuestra longevidad, aumenta el colesterol, el riesgo a sufrir hipertensión, el riesgo a padecer infarto disminuye las defensas etc.
Que haya crisis no significa que tengamos que ser infelices, muchas personas parecen no darse cuenta que si existen otras opciones y que se pueden hacer elecciones para cambiar su carrera profesional.
Me encantó un anotación que hizo Emilio Duró en su charla sobre el Coeficiente de Optimismo decía así:
“Al cerebro reptiliano no le importa mi éxito, sólo le importa que sobreviva, me da dolor de cabeza, me da cansancio, me da tristeza, hace lo imposible para que me vaya a la cama, hace lo imposible para que descanse, y yo me tomo un cafe, una aspirina, y sigo y sigo, y el cerebro empieza a darte dolores para que cambies de vida, pero como tu te empeñas en no hacerle ni puto caso al cerebro sólo le queda una alternativa para que cambies la vida, una enfermedad grave, un cáncer, un infarto, o una depresión. El 80, 90% de las enfermedades las provoca el cerebro reptiliano, y las provoca para que cambies de vida, porque calcula que con la vida que llevas vas a vivir menos”
Nuestro cerebro prefiere una enfermedad grave a un estrés que no puede controlar.
Cada día que pases aferrándote a tu trabajo actual más te costará reinventarte y peor vas a estar emocional y físicamente para hacerlo.
Cuando la rutina y el aburrimiento se instalan en nuestro trabajo, cuando nuestro trabajo no nos motiva es hora de plantearnos un cambio.
¿Cuáles son los principales pasos?
- Profundizar en aquello que nos mueve, en aquello que nos hace levantar de la cama con ilusión, profundizar en uno mismo, en sus valores, recursos y talentos.
- Identificar un objetivo profesional alineado con lo que uno quiere ser , sabe hacer, y todo ello, enmarcarlo teniendo en cuenta las necesidades del mercado.
- Crear un plan de acción para mantenernos enfocados y disponer de una guía para conseguir lo que queremos.
- Llevar a cabo el plan con – y aquí viene lo más importante- una actitud positiva y confianza en uno mismo.
- Y finalmente, desarrollar un sistema de apoyo, personas que nos ayuden a permanecer en el foco y que nos apoyen durante nuestro camino.
Y tu, ¿Has pensado en reinventarte?
Si estás interesado en procesos de cambio profesional – reinvención, pide una sesión informativa en nuria@propulsat.com.